En la carrera de Derecho se instruye al futuro abogado de modo integral, mediante la adquisición de las competencias (conocimientos, destrezas y actitudes) necesarias que requiere y espera la sociedad actual. Se le forma como profesional litigante, asesor, director, conciliador y negociador, gestor de resolución de conflictos y de trámites legales, investigador y capacitador. Con ello, estará en posición de representar intereses en gestiones o procesos nacionales e internacionales; de reconocer situaciones problemáticas; de tomar decisiones objetivas, fundadas y éticas; de comunicarse de modo efectivo de manera verbal y escrita; de tener un adecuado manejo del idioma inglés y de la informática; y de poseer flexibilidad y creatividad en situaciones nuevas e impredecibles.